sábado, 12 de marzo de 2011

“La Paz de Cien Años”

JOSE ALBERTO IGNACIO MORALES

El siglo XIX, característico en Europa por ser uno de los más tranquilos en la

historia de aquel continente. Se le ha llamado “La paz de cien años” porque

precisamente duro alrededor de cien años, estos fueron cien años donde las

grandes potencias decidieron no enfrentarse, pues bien supe hace tiempo que

hasta el estallido de la Primera Guerra Mundial los países europeos no

intervinieron de manera armada y de forma conjunta desde las guerras

napoleónicas, esto probablemente influyo en la manera de hacer la guerra un

siglo después, con el uso de la maquinaria en la batalla se cambio

rotundamente la manera de pelear en el mundo, pero no corresponde a este

texto el comparar la forma de pelear en la Primera Guerra Mundial, sino mas

bien, el porque las potencias europeas se contuvieron de entrar en conflictos

armados en cien años.

curiosidad por saber la causa, y ahora el texto me explica claramente porque

se mantuvo una “tranquilidad” tan larga.

El texto plantea una explicación institucional y por ello propone cuatro

instituciones: el sistema de equilibrio de poder, una manera de mantener

controladas mutuamente a las potencias, esto parece bastante adecuado y

muy eficaz, pues se puede comparar con una balanza, cuando uno de los

países parecía tomar el poder los demás restantes aunque sean mas débiles y

pequeños se unían para servir de contrapeso en alianzas temporales, esto

prevenía el abuso de los países grandes sobre los pequeños, es así como nace

la Santa Alianza, y muchos países son neutralizados apenas se ve un afana de

Cuando supe de un siglo de paz siempre tuve

guerra, así en “1855 fue neutralizada Noruega. En 1867 Luxemburgo fue

vendido por Holanda a Francia; Alemania protesto y Luxemburgo fue

neutralizado. En 1856 la integridad del Imperio Otomano fue proclamada

esencial para el equilibrio de Europa“ 1, y mas conflictos potenciales de una

guerra que acabe con la igualdad de poder

El uso del patrón oro fue otra institución importante, pues cuando los países

adoptaron tal metal como equivalente general de todas las monedas y ajustes a

su precio, se volvieron más estables las monedas de todas los países, en

especial la de Alemania, que genero un clima de confianza para la economía,

esta institución es la base considerada pilar de la paz europea, esto se convirtió

en un crecimiento económico para todos los países, y por ello se estimo la paz

como medio de crecimiento económico, “como este sistema necesitaba la paz y

el orden para funcionar, se hizo que el equilibrio de poderes lo sirviera” 2 ,pero

conforme avanzo esta institución, la lucha entre colonias, la búsqueda por

territorios, las fricciones entre países por territorios específicos detono en una

nueva guerra

La tercera institución es el mercado autorregulador, donde se dejaban las libres

fuerzas del mercado sin restricciones estatales para su cuidado y permitiera

que la economía se desarrollara sola, consiguiendo la implantación de modelos

liberales, y es precisamente el estado liberal la cuarta institución, pues junto

con el librecambio permitían un comercio con el exterior, sin fronteras, aduanas

o aranceles, el comercio europeo se elevo, nuevamente era necesaria la paz

para un buen comercio, inclusive en tiempos de guerra se comerciaba de

manera ininterrumpida, tal es el caso de España y Estado Unidos, donde los

barcos llegaban a puerto y comerciaban, lo que nos lleva a decir que “el punto

de vista de que las guerras del siglo XVIII eran en todos los respectos, menos

destructoras que las del siglo XIX es un prejuicio” 3 que hay que eliminar para

comprender bien la problemática de la época.

Un dato muy importante

organización europea que servía como organismo internacional para regular

algunos aspectos económicos de los países europeos, este organismo era

internacional y sirvió en muchas ocasiones como mediador para garantizar la

paz, pues a la vez, al ser un organismo económico necesita de paz para

funcionar mejor.

Para finalizar quisiera agregar que se han puesto al descubierto las bases de la

gran paz entre los europeos en esos 99 años, de 1815 a 1914, que he por fin

aclarado la duda que tenia de tan prolongada paz, pues una guerra

napoleónica a una guerra del siglo XX es diferencian mucho en tecnología aun

cuando esta paz haya hecho envejecer las estrategias y planes, de cualquier

manera aquella paz fue buena para el desarrollo económico europeo, y que a

mi manera de pensar, deberíamos volver a utilizar el patrón oro, pues se ha

visto que ha sido lo suficientemente estable para las monedas mundiales y que

serviría especialmente en América Latina, donde las devaluaciones son mas

tomar en cuenta es la “haute finance”, una

fuertes y la moneda fluctúa, así coincido con el autor de que el pilar principal de

la paz europea fue el uso del patrón oro.



Bibliografía

POLANYI Karl, “La Gran Transformación”, editorial Claridad, México, 1992, p. 17-41

1 POLANYI Karl, “La Gran Transformación”, editorial Claridad, México, 1992, p.23
2 Ibídem p.34
3 Ibídem p.32

CAPÍTULO I: LA PAZ DE CIEN AÑOS

CAPÍTULO I: LA PAZ DE CIEN AÑOS

Díaz Martínez Mara Jarif

La paz mundial, es un término un poco tramposo porque tendríamos que

establecer qué es lo que el mundo necesita hacer para vivir en paz, o qué papel juega

cada país para propiciar la paz mundial. Las actividades de un país pequeño no van a

tener el mismo impacto que la dinámica de alguna potencia europea; además

tendríamos que definir si el no estar en guerra significa que tenemos paz.

Al principio cuando la lectura plantea las bases institucionales de la civilización

del siglo XIX se podría pensar que el problema de su decadencia se estructura en la

organización e interrelación del sistema de equilibrio, del oro, el mercado

autorregulador y el estado liberal; sin embargo, estás instituciones no determinan el

rumbo del siglo XIX porque los cambios en las relaciones internacionales empezaron a

tener cambios bruscos, tanto en el papel económico como en el social; y con el

término bruscos, me refiero a qué eran inestables y repentinos, creo que esa es la

razón por la que ese tiempo es dividido en periodos de “un cuarto de siglo”, ya que

aunque lo mencionen como un periodo tan extenso de 100 años de paz, es necesario

analizarlo por partes porque no fue tiempo estático.

El concepto de guerra, es una de las primeras cosas que cambia su papel en la

dinámica del siglo, porque antes, cuando hablamos de las guerras en las Cruzadas por

ejemplo, se estaba consiente de las ventajas y desventajas que implicaba gastar en

guerras sin embargo, ese no era el punto principal en ese momento, pero en la nueva

civilización del siglo XIX no sólo se esta consiente del aspecto económico sino que

ahora lo relacionan hasta con el patriotismo. Pienso tenían una razón para evitar las

guerras, y aunque el argumento era buscar la paz entre las naciones, después de las

dos grandes revoluciones, ya no era conveniente para la economía de las grandes

potencias, hacer guerras.

Con esto quiero llegar dos puntos importantes. Primero, el papel de las grandes

potencias. Cuando en la lectura se menciona que las constituciones se manipulaban

para salvaguardar la paz y que había un equilibrio de poderes, pienso en el dicho

popular que dice: “El valiente vive hasta que el cobarde quiere” porque el equilibrio de

poderes para mí representa la sumisión de las naciones pequeñas ante la voluntad de

los países potencia; había paz porque no se revelaban ya que los europeos podían

hacer lo que querían con África y nadie podría detenerlos, y así con otras regiones.

Además, si entre grandes potencias no se iniciaron daño es porque todos sufrieron, en

mayor o menor medida, un cambio interno al dejar de lado totalmente los imperios

que habían vivido para darle la cara a las nuevas demandas que generó la revolución

industrial y todas las actividades económicas que trajo consigo.

En segundo lugar, considero que el punto medular del siglo XIX es la relación Paz-

Economía. Llega un momento en la lectura, en la que estamos hablando de tres

actores principales: la Santa Alianza, la Entente Europea y la haute finance, realmente

el aspecto económico y en este caso el de la banca internacional y el financiamiento

que había dirigía las actividades de la segunda mitad del siglo. Me gustó mucho

cuando en la lectura se hace referencia a los banqueros como la unión entre el

gobierno político y el esfuerzo industrial, que no son pacifistas y no se dejan

impresionar `por consideraciones morales. Este organismo financiero, hizo y deshizo

con los prestamos que otorgaba y con el financiamiento que ofrecía, porque durante

los cien años de paz hubieron muchos “pequeños” problemas con revoluciones

internas y alguien tenia que pagar los gatos para sosegarlas. El motivo de existencia

de la haute financ, no fue la paz sino la ganancia, la diplomacia sólo fue un

instrumento útil, si había un interés comercial de por medio.

Para el sistema monetario que se estableció en ese tiempo, se necesitaba cierto

orden, la paz ideal para poder llevarse a cabo de una mejor manera y de la forma en

que le convenía a las grandes potencias, pero las guerras y los pequeños conflictos se

acumularon poco a poco, de tal suerte que al final de cuentas un factor particular, el

carácter de un solo individuo como Bismarck o los problemas de rencores entre

particulares aristócratas generó conflictos mundiales, cuando el tercer protagonista

pierde el poder de controlar a los otros dos.

BIBLIOGRAFÍA

• Polanyi, Karl, La gran transformación. Los orígenes políticos y económicos de

nuestro tiempo, México, FCE, 1992.

Karl, Polanyi. La gran transformación

Karl, Polanyi. La gran transformación

Sánchez Romero Gabriela

En la lectura, Polanyi habla sobre cómo se construyeron las bases para el siglo XX, un siglo turbulento y con dos grandes guerras entre potencias. Curiosamente, los cimientos para dichas guerras fue la paz, una paz de cien años que se rompe con la Primera Guerra Mundial.

Dicha paz no fue natural, no hicieron falta motivos para la solución bélica, tampoco fue por los intereses políticos o morales de la época. El apaciguador fue la institución que representaba el libre mercado y los intereses que escondía. Fue a
partir de esta institución de la que surge el estado liberal.

Además del libre mercado, se encontraba el “sistema de equilibrio de poderes”, donde, si había tres potencias, dos se unirían si una intentaba sobresalir. Los países y sus conflictos tenían ahora a una institución mayor que ellos que resolviera los problemas, ya fuera por la acción conjunta de países velando por su capital financiero o transacciones entre grandes potencias.

Aunque el fin del autor no es hacer una apología del sistema financiero, pues habla de como casi todas las guerras fueron organizadas por financieros y patrocinadas por ellos, llega a plantear que en cuanto se habla de los grandes conflictos del siglo XX, no pudo haber un mayor afectado que la haute finance.

Todos los inversores podían tener la seguridad de que si algo les afectaría sería una guerra general.

Era claro que el libre mercado era más grande que las enemistades que se pudieran tener entre naciones, pues a pesar de sus diferencias, la naciones comerciaban entre si (Como en el caso de Alemania y Francia). El interés por la paz, o mejor dicho, por la seguridad económica que traía la paz, fue el eje de las relaciones entre potencias.
Normalmente la culpa de los conflictos bélicos recae en las instituciones financieras y se cree que es el capitalismo, en palabras de Lenin, el depredador que con el fin de lucro puede organizar cuanto conflicto bélico le sea posible, pero desde la visión de Polanyi, es esta vez el capitalismo y el afán de lucro el que más se veía afectado con una lucha entre potencias mundiales. No pidió el sistema financiero ser el mediador y causa de paz, pero si este era el papel que le convenía, entonces la ganancia sería el fin y la paz sería el medio.

Pero como cualquier institución, la haute finance, que parecía estar en su apogeo y tener la paz más asegurada que nunca, fue derrocada por el rompimiento de otra institución eje y los roces entre potencias cada vez más agudos.

Una paz de cien años no se rompe de un día para otro, la integración de la contraalianza como una unión fuerte y capaz de enfrentar a la Santa Alianza, significó que se rompió el sistema de equilibrio de poderes, pues sólo había dos uniones y no una tercera para apaciguar la sed de poder.

Por último, la explicación breve que da sobre las instituciones como marco de la paz y estructura de la sociedad del siglo XIX, realmente me convence de que, si no una sociedad puede ser reducida a cuatro instituciones, un gran acontecimiento sí se puede enmarcar en ellas. También es convincente el hecho de que el mayor perdedor en el siglo XX fue el sistema financiero y que, de no haber perdido gradualmente su poder sobre las ambiciones individuales de las potencias, habría mantenido la paz, de ser lucrativo, cien años más.

LA GRAN TRANSFORMACIÓN. PARTE 1, LA PAZ DE CIEN AÑOS

FIDEL PAEZ GARCIA


La llamada „Paz de Cien Años‟ por Polanyi durante el siglo XIX e inicios del siglo XX, fue algo que se mantuvo como una caldera a alta presión. El autor nos dice que esa paz fundamentalmente descanso en cuatro pilares: el sistema de equilibrio de poderes, el patrón oro internacional, el mercado autorregulador y el Estado liberal. Esto lo podemos transpolar a hoy día a inicios de este siglo XXI con una cohesión política mediante organismos internacionales (como la ONU), sin patrón oro internacional pero con el dólar como equivalente general del valor, con un neoliberalismo económico y político controlado por las grandes transnacionales y las potencias mundiales.

La puja de las potencias como Gran Bretaña, Francia, o la floreciente Alemania, por hacerse del control continental, los llevo a llevar a cabo alianzas para „equilibrar poderes‟ y no perder la posibilidad de lograr sus intereses. El patrón oro más allá de agilizar el mercado internacional, considero que fue estratégico para las potencias para poder ingresar y apoderarse de mercados locales de otros países sin tener problemas monetarios. Como bien dice el autor, lo del mercado autorregulador es algunas veces utópico, pues las economías de los países participes a nivel mundial en ese tiempo (y como hoy) divergían mucho y además tenían ritmos de crecimientos diferentes, lo que dificultaba el mutuo acuerdo entre los actores económicos de diferentes países.

Mencione que fue una paz con „alta presión‟, porque en todo el texto Polanyi nos dice que fue sostenida dado a los intereses primeramente políticos con fines económicos y territoriales, después más apegado a aspectos de índole financiero con la llamada haute finance. Fue poco más de un siglo donde los conductores de los hilos mundiales
principalmente europeos (como banqueros o políticos connotados), querían hacer la guerra pero en miniatura y sin grandes riesgos para obtener los beneficios buscados.

Los instrumentos „no económicos‟ meramente que ayudaron a mantener la paz, fueron la Santa Alianza y la Entente Europea. Fueron cómplices de las potencias en las pequeñas guerras con países insignificantes de los que podían obtener jugosos beneficios. Y esos acuerdos lo que buscaban mas allá de intereses nacionales era evitar una guerra entre grandes potencias, es decir, preservar el status quo.

Con esto puedo decir que en el periodo de 1825 a 1914 existió un equilibrio general en toda Europa y en su influencia mundial, tanto política, militar, social y económicamente. Un equilibrio de malabarista en cuerda floja que a inicios del siglo XX iba a resbalar, caer y estallar en la primer Gran Guerra.

Ese status quo internacional mantenido por 100 años se encontraba en un globo de aire que no soportaba más, y como nos dice el autor, se iba a reventar “…por innumerables motivos desde un lío amoroso dinástico…ó…El simple aumento de la riqueza y la población”1. Era sencillamente una bomba de tiempo. Como vimos en clase, la competencia por ser la primer potencia principalmente económicamente, guardaba gran recelo entre la élite política y acaudalada de todos los países, por lo que la paz era mantenida, como menciona el texto, por puro interés y la presión financiera. Este último punto como lo mencione, la haute finance (las altas finanzas), fue uno de los últimos sostenes del inminente conflicto mundial que estaba por presentarse. Como bien dice una frase „el dinero es la causa de todos los males‟, pues bien en este periodo histórico fue la causa primera de mantener la paz, a beneficio de banqueros, inversionistas y grandes capitalistas, porque preferían un fracaso financiero a perderlo todo con una Gran Guerra. Sin lugar a dudas, todo gobierno busca solvencia financiera para crecer internamente y expandirse, y considero que eso aventuro a los gobiernos de las potencias a seguir los intereses de esos acaudalados para disfrutar los mismos beneficios que ellos con una paz aunque ficticia. Se quería proteger el sistema económico al final de cuentas.

Poder e influencia política, ganancias y control de mercado, formula peligrosa que resulto en una paz insostenible en 1914. Se desquebrajo el equilibrio de poderes, el mercado autorregulador por momentos se sumió en crisis, el patrón oro desapareció, y sobre todo, las potencias que buscaban cumplir la „ley de los negocios‟ fracasaron muchas veces al chocar intereses entre ellas. La postura del gobierno francés de expulsar capitales alemanes de la Bolsa de París es ejemplo de ello.

Como conclusión, la organización económica mundial que sostuvo una „paz un poco ficticia‟, pues no dejaron de haber guerras aunque menores, estuvo sustentada por las potencias mundiales mediante acuerdos políticos, militares y un libre mercado, auspiciado por el patrón oro y a fines de esos 100 años por la haute finance, pero que al final cayo por las rencillas entre las mismas potencias ya que existía (y aun creo que existe), un recelo enorme por ser el país más rico y poderoso del orbe.

Bibliografía

Polanyi, Karl, La gran transformación, Ed. Claridad, Buenos Aires, 1992, Parte 1 La Paz de Cien Años, P.p. 17-35.

1 Polanyi, Karl, La gran transformación, Ed. Claridad, Buenos Aires, 1992, Parte 1 La Paz de Cien Años, Pág. 23.

viernes, 11 de marzo de 2011

Karl Polanyi - La Gran Transformación

Karl Polanyi

La Gran Transformación

Crítica al liberalismo económico

En esta liga puedes bajar el libro electrónico de Polanyi: "La Gran Tranformación".

HISTORIA ECONÓMICA GENERAL II.

HISTORIA ECONÓMICA GENERAL II.


DRA. MARÍA EUGENIA ROMERO IBARRA.


Presentación.

El siglo XX ha sido un siglo más turbulento que el XIX. Las dos guerras mundiales y la gran depresión son suficientes para justificar esta afirmación. Las décadas de los cincuenta y sesenta parecen relativamente estables, pero los acontecimientos más recientes nos remiten de nuevo a la inestabilidad y turbulencia que caracterizó este siglo en sus inicios.

La impronta liberal de la primera década se interrumpió violentamente por el estallido de la primera guerra mundial. Hasta aquel momento el desarrollo internacional y las relaciones políticas, habían soportado tensiones de naturaleza menor de vez en cuando, sin embargo, nunca habían estado seriamente expuestos a un traumatismo tan violento. Por desgracia, en su momento casi nadie se dio cuenta de la clase de guerra que estaba empezando, y menos aun sospecharon el impacto que iba a tener en las relaciones económicas. Los círculos políticos dirigentes pensaban que después del periodo de hostilidades sería posible continuar donde se habían dejado las cosas.

Sin embargo, tal cosa no sucedió aunque mucho se esforzaron en volver a la «normalidad». Probablemente este fue uno de los profundos errores de la primera década de la posguerra, no se tuvo claro que la exigencia de compensaciones de guerra y la posguerra ya habían roto el equilibrio anterior y el sistema económico ya se había resquebrajado. El daño económico había alcanzado a lo político y a lo social.

Ante el aparente auge de la posguerra creían poder resucitar el sistema prebélico. Pero tan pronto como la burbuja de la prosperidad estalló en 1929, la vulnerabilidad de la economía se hizo evidente. El edificio se vino abajo.

Los años de 1929 a 1932 vieron una de las peores depresiones de la historia. El estado de la ciencia económica en la época no estuvo en condiciones de aportar soluciones adecuadas. Las economías nacionales se aislaron, la única salida que vislumbraban era el regreso al proteccionismo. La recuperación que se produjo a partir de 1933, al menos en términos de generación de empleo, fue lenta y desigual. La brecha fue cerrada mas tarde por el rearme y el estallido de la segunda guerra.

Este conflicto tomó a Europa en un estado relati vamente más débil que en 1914, y emergió del mismo en 1945 en peor condición que en 1918. Por otra parte, tanto durante la gue rra como en la fase de reconstrucción de la posguerra se evitaron algunos de los errores y equivocaciones de la anterior experiencia. La inflación se contuvo mucho mas fácilmente entre 1939 y 1945. Los vencidos no fueron agobiados con exacciones irracionales que habían sido la causa de tanta amargura y disputas en los años veinte. Prevaleció la disponibilidad para cooperar internacionalmente en la reconstrucción venidera. Se ejecutaron planes económicos de ayuda para la reconstrucción de países enteros.

Durante las dos décadas siguientes el mundo observó mejores resultados en cuanto a progreso económico, tanto en el oeste como en el este de Europa. El oriente avanzó en la planificación, mientras el occidente consiguió importantes éxitos con un sistema de empresa mixta con grados diversos de libertad de mercado. Sin embargo, en ambos casos el Estado jugó un papel mucho más importante que anteriormente y ningún sistema se vio libre de problemas. Hubo fallos del pleno empleo; se produjeron fluctuaciones, aunque moderadas y tomaron la forma de ciclos de crecimiento; algunos países experimentaron problemas de balanza de pagos, mientras que los precios subieron continuamente aunque a tasas anuales fueron moderadas.

En los años sesenta parecía que Europa había entrado en una fase de prosperidad perpetua, semejante a la que los norteamericanos habían imaginado en los años veinte. No pasó mucho tiempo antes de que la ilusión saltara en pedazos. En 1973-1974 la tendencia del crecimiento se había invertido, el ciclo de los negocios había reaparecido y la mayoría de los gobiernos occidentales estaban experimentando la inflación a una tasa más alta que en cualquier momento del ultimo medio siglo. Así fue el siglo que acaba de terminar y algunas de estas tendencias continúan.